“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres” II Corintios 3:2.
En una ocasión un orador en un auditorio levantó una hoja en blanco y preguntó: Qué ven ustedes? La respuesta del público fue: Una hoja de papel. Él puso la hoja en el púlpito y luego de hacer un punto minúsculo en la hoja , preguntó y ahora que ven: Todos dijeron un punto oscuro.
El orador dijo: Imaginen ustedes que este papel vació es una persona y el punto pequeño es la falla más grande que él tiene. Lo blanco que rodea el punto representa todas las cualidades útiles que nosotros tendemos a ignorar para solo centrarnos en el punto negro. Frecuentemente una falla en una persona parece más grande de lo que realmente es y por mirar esa falla ignoramos todos lo bueno que rodea ese punto.
Hoy se que soy una carta abierta que será leída por todo el mundo y ese mi mas grande desafió en este día.
Hoy se que no solamente soy carta abierta y leída sino que los demás son cartas y no quiero detenerme solo en puntos minúsculos sin apreciar lo blanco que rodea el punto. En nuestra sociedad hay una gran carencia de apreciar lo blanco que rodea.
Cuantas veces he permitido que una o dos equivocaciones en alguien produzcan un cambio en mi mente acerca de esa persona. En el matrimonio frecuentemente nos enfocamos en las fallas del cónyuge en vez de mirar los puntos buenos que posee.
Nos alejamos de los amigos porque ellos fallaron en cumplir un compromiso. En la vida diaria los
cristianos a veces nos alejamos de los hermanos por puntos minúsculos sin considerar lo blanco del resto del papel y sacrificamos la unidad por los pequeños detalles. Hoy quiero mirar lo blanco del papel y no los puntos minúsculos en la carta abierta de otros.
Hoy como creyente debo desarrollar una vida totalmente desprovista de egoísmo. Mi enfoque debe moverse de mis necesidades a las necesidades de otros. La mayoría de las depresiones son ocasionadas por enfados internos.
La perdida de salud , la muerte del amor y los sueños no cumplidos han ocasionado una perdida de enfoque en la vida. Hoy quiero tener la mente de Cristo y ser un ejemplo de amor cuando lea las cartas abiertas de otras vidas y así seré leído de la misma manera.
Mi vida al ser leída como una carta desprovista de egoísmo impactará la vida de otros. Hoy se que soy carta leída y quiero que lo blanco del papel atraiga tanto que los puntos minúsculos pasen desapercibidos ,pero quiero a la vez no centrar en los puntos minúsculos de otros sino apreciar la blancura del papel de otros.
Gracias Señor por tu grande amor. Muchas gracias por darme la oportunidad de ser una carta abierta la cual ha de ser leída por muchos. Permite que cuando otros lean esa carta se sientan entusiasmados porque ven la obra tuya en esa carta. Amén.
Dr.Serafín Contreras Galeano.